La situación de la compañía ha llegado tal punto que Anheuser Busch ha decidido lo inevitable
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Los demoledores números que llevaron a Anhauser Busch a tomar esta fulminante decisión deja en claro el enorme error que cometió el departamento de marketing de Bud Light cuando decidió colaborar con el Tik Toker, Dylan Mulvaney
4 meses de Boicot vs Bud Light
Casi 4 meses después de que Bud Light lanzara una colaboración con el influenciador de redes sociales, Dylan Mulvaney, anheuser busch, propietaria de la marca ha enfrentado una tormenta de relaciones públicas y escarnio en redes sociales.
Pero sobre todo, las consecuencias económicas que provocó el boicot de sus clientes en su contra no tenía precedente alguno. Para Nielsen, (firma analista de mercado) las ventas en groso de Bud Light han caído de manera impactante, Perdiendo prácticamente un tercio de sus ventas con respecto al cuatrimestre anterior.
Bud Light ha dejado de ser la marca numero 1 por el boicot
En consecuencia, Bud Light ha dejado de ser la marca más vendida en territorio americano: según reporta New York Post, la marca ha pasado a un segundo lugar: siendo desbancada por Modelo.
Por lo tanto, Bud Light ha dejado de ser la marca más vendida en territorio americano: según reporta New York Post, la marca ha pasado a un segundo lugar: siendo desbancada por Modelo.
"Han dejado la marca para siempre"
“Los consumidores han tomado su decisión; y no creo que vuelvan ( a consumir Bud Light)”, ha declarado un distribuidor a cadenas de minoristas en entrevista con el mimo medio.
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Despidos en Bud Light: ¿el final del Boicot?
Según ha reportado NBC, la marca de cerveza de lata azul ha emitido un comunicado señalando que ha tomado la decisión de prescindir de casi 400 empleados.
Brendan Whitworth,CEO de Anheuser-Busch aclara en el documento que esto equivale a “menos del dos por ciento de sus empleados”, y que ésta decisión “no compromete el éxito de la compañía en el futuro”.
Bud Light: ¿el ejemplo que seguirán otras marcas?
Finalmente, nadie sabe si este será el desenlace de una prolongadísima e innecesaria saga nunca antes vista en el mundo corporativo, que ha puesto como ejemplo a Bud Light sobre las posibles consecuencias que abrazar la agenda woke en su publicidad.
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