Appsclavitud 48 - La deliciosa AUTODESTRUCCIÓN de Hollywood

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Appsclavitud #48 La delicosa autodestrucción de holywood

¿Quién iba a a pensar que llegaría el día en que la gente  abandonaría su marca de cerveza favorita porque de buenas a primeras  la gerencia  se habría convencido de que aquello de hacer felices al mayor número de clientes vendiéndoles un buen producto era algo más bien anticuado, que lo de hoy sería ser una empresa buenaondita que afilara primero los asuntos más corrosivos y cotroversiales y quedar asociados con tu marca eternamente ¿Qué podría malir sal? Bienvenidos a todos los  acólitos del sentido  común a un nuevo episodio de Appscalvitud, y si ésta es tu primera  ocasión escuchando el podcast te extiendo una cordial invitación para que te una a ésta pequeña pero creciente cofradía digital en donde conspiramos semanalmente en contra de los designios de la matrix mientras que el 99% restante ahí afuera se asfixia en  un océano digital de contenido que los condena y los somete. Si además quieres saber cómo apoyar la creación de contenido digital y ganar seguidores y  nuevos clientes, Appsclavitud Digital Services está para ayudarte, toda la información está en el primer enlace de la descripción….

Llegó finalmente el día en que la impunidad con la que operaban algunas megacorporaciones. Después de casi una década de haberse montado en el negocio desastroso que son las “agendas sociales” Anheuser Bush, empresa propietaria de la marcad Bud Light, fue a la tontolona empresa a la que le han dejado caer la factura.

 

Fue este inicio de semana en la que ésta megacorporación ha rendido una capitulación a la guerra que ellos mismos emprendieron contra sus propios consumidores: La  marca ha aceptado que tendría que despedir a 350 empleados corporativos  después de  3 meses de éxitoso boicot de sus clientes que han abandonado la marca, probablemente para siempre, cuyos detalles ya he expuesto aquí en el capítulo  35 de Appsclavitud.



Llegó finalmente el día en que la impunidad con la que operaban algunas megacorporaciones. Después de casi una década de haberse montado en el negocio desastroso que son las “agendas sociales” Anheuser Bush, empresa propietaria de la marcad Bud Light, fue a la tontolona empresa a la que le han dejado caer la factura.

 

Fue este inicio de semana en la que ésta megacorporación ha rendido una capitulación a la guerra que ellos mismos emprendieron contra sus propios consumidores: La  marca ha aceptado que tendría que despedir a 350 empleados corporativos  después de  3 meses de éxitoso boicot de sus clientes que han abandonado la marca, probablemente para siempre, cuyos detalles ya he expuesto aquí en el capítulo  35 de Appsclavitud.



Si bien es cierto que el declive de la marca de color azul y  sabor estrógeno de segunda mano se ha convertido en el ejemplo más puntual del derrumbe del wokeismo corporativizado, no es la única, y mucho menos, la que consistente está perdiendo más dinero, y experimentando las consecuencias y problemas que amenazan su supervivencia.



Disney ha reportado en lo que va del año un total de pérdidas de 4 mill millones  de dólares acumulados, lo anterior sin contar el desastre absoluto que fue el desenlace vegano que le dieron a Indiana Jones, y con el cual fulminaron la reputación de una franquicia cinematográfica de más de 40 años. Una debacle tan atronadora que es imposible de ignorar incluso para los paleros  del los medios de  acceso vip, que han reconocido la hecatombe económica de su corporación preferida, pero no las razons de fondo, que en este capítulo, sí que te expongo.

a verdad está muy lejos de ser así. Como un video de Britney spears girando sobre su propio eje, la atención de las audiencias nunca se ha encontrado más disociada de lo que hollywood haga o deje de hacer con su influencia artificial en la cultura. Por que, verás, ningún ejecutivo viviendo en esa torre de babel podría haber siquiera imaginado en su sueño más febril hace 10 años que,  sus propias audiencias, sus propios consumidores,  para bien o para mal, podrián desafiar su monopolio en el entretenimiento. 

 

15 años de absoluta fragmentación nos tienen en este panorama de nichos de atención, en el que internet se ha segmentado: con millones de geen zeers jugando videojuegos en twitch otros  disfrándose como monas chinas en la soledad de su habitación y aun muchos millones más simplemente observando del otro lado de la pantallla observando el declive total de la civilización.



Insisto, ya sea una cosa buena o mala, la disputa hormiga que los creadores de contenido  es una de las principales razones que explican el fracaso total de hollywood de capturar la atención de las nuevas audiencias que están más bien acostumbradas a ver a obesos mórbidos gritar mientras destruyen su teclado  a la mitad de un directo, y cuya capacitad de retención ha sido demolida enteramente por el deslice automatizado con que Tik Tok los ha programado. 

 

Pero ni siquiera ese es el peso más grande que está hundiendo hollywood.



el sindicato de escritores de hollywood se ha prolongado por una semana más y todavía no existe algún rastro de que sea posible siquiera recuperar las negocios para que las veganas y brillantes mentes  que nos regalaron clásicos como “Shehulk” “Los anillos de poder” y “Capitán Marvel” retomen sus plumas. 

 

Así es, la misma colección de menopáusicas y taimados que no han parado de reprenderte por tener creencias y defender a tu familia, ahora te piden que te solidarices con su dificultad de pagar la hipoteca de sus mansiones en california. Pero eso no es todo, A este colectivo insufrible de gente banal e insoportable se le ha sumado el único grupo de personas todavía más insufribles: los actores convertidos en sindicalistas de hollywood. 

Y no puedo parar de deleitarme mientras escribo esto, casi como si tuviera nutella brotándome de los dedos, porque en una  deliciosa movida de justicia divina, ésta coalición de cosmopaletos, de comecuandohay, de meapilas, de grifos, de lamesuelas del sistema, esta colección de npcs que no han hecho otra cosa que seguir el guión corporativo que se han puesto delante para envilecer por ser hombre, por ser heterosexual, o por tener fe, esa misma gente grita  clama para que los voltees a ver porque resulta que ellos son iguales que nosotros, la gente de a pie, que levantan la voz en contra del sistema:  y normalmente no soy del tipo que le gusta decirle a la creciente audiencia de appsclavitud qué es lo que tiene que hacer o decir para ser feliz: pero voy a hacer una excepción, durante los proxímos años, valdría la pena expresar, con cada momento de nuestra atención, con  cada ida al cine, o al fin de mes cuando llegue el cobro de netflix, la frase siguiente: A MAMARLA.  



 

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